Menos pirotecnia en Navidad: solo nueve personas fueron atendidas en hospitales porteños por heridas

A diferencia de años anteriores, cuando las guardias atendían muchos pacientes heridos por pirotecnia, en esta Navidad tan solo hubo nueve personas en la Ciudad de Buenos Aires. El Hospital Municipal de Quemados informó que en la noche del sábado ingresaron sólo dos chicos con heridas leves.

La percepción durante Nochebuena en la Ciudad y varias zonas del Conurbano fue que hubo menos ruido que en años anteriores. También era habitual en los días previos a las Fiestas ver stands de las principales marcas de fuegos artificiales y petardos en las playas de estacionamiento de supermercados y shoppings. Este año era difícil encontrar los productos fuera de los locales propios de las marcas. ¿Hay menos venta de pirotecnia?

Según la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (CAEFA), el incremento rondó un 15 por ciento «y la celebración empezó de antemano, con las instancias finales del Mundial». La consagración de la Selección Argentina produjo un anticipado aumento de venta de pirotecnia.

Paradójicamente fue bajísima la cantidad de personas atendidas en los hospitales porteños por quemaduras. Desde el hospital de Quemados señalaron que esto representa un «descenso total» en la cantidad de casos en comparación a 2019, 2020 y 2021, cuando se reportaron 80, 41 y 53 heridos, respectivamente.

«Hay un rotundo cambio cultural y de hábito, que se acentuó este año. Hoy se compran más productos de color que de estruendo y a la vez existe un rechazo notorio de la gente hacia la mercadería clandestina, ya muy reconocible», le afirma a Clarín Mario Ruschin, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (CAEFA).

Ruschin no omite que desde el partido con Países Bajos, por cuartos de final del Mundial, «se notó claramente la presencia de fuegos artificiales, tendencia que se fue pronunciando en la semifinal con Croacia, en la final con Francia y casi por inercia se extendió a la Navidad y habrá un aumento en Año Nuevo, fecha que suele utilizarse mayor cantidad de pirotecnia».

El presidente de CAEFA hace hincapié en que «pudo parecer que hubo menos pirotecnia porque se escuchó menos, pero en realizad existió un marcado aumento de aquella mercadería de color, la visual, la de menor impacto, que nosotros llamamos amigable y de la que venimos haciendo intensas campañas».

¿Cuál sería la explicación de la abrupta caída de heridos? «Existen voluntad y concientización de parte de una sociedad que no dejó de comprar productos pirotécnicos, al contrario, hoy se venden más, porque son de mayor calidad, con tecnología de avanzada, con bajo impacto sonoro y a precios similares que la otra pirotecnia, la de alto impacto sonoro», hace saber el presidente de CAEFA.

Ruschin advierte que, además, se dieron «otras circunstancias que fueron colaborando», como la reciente aprobación en la provincia de Buenos Aires de la ley de Pirotecnia Cero, que prohíbe la venta y el uso de los productos de alto impacto sonoro. «La gente fue entendiendo que la pirotecnia de alto impacto sonoro produce efectos negativos en las personas con discapacidades cognitivas y neurológicas, así como también en niños, bebés y animales».

«De cada 10 productos pirotécnicos que se venden, 8 son de bajo impacto sonoro, lo que describe la concientización de la sociedad», remarca Ruschin, que enfatiza la la campaña nacional que se viene haciendo para la utilización de «Fuegos Artificiales Amigables», la nueva tradición que divulga la CAEFA.

«Hay instructivos sobre cómo utilizarlos de manera responsable y nos hace bien sentir que estamos viviendo una era de cambios y fundando un futuro mejor. Finalmente la gente entendió que con innovación tecnológica se pueden desarrollar efectos lumínicos con estruendos acotados y pasarlo muy bien», sostiene Ruschín que insiste en que desde CAEFA “no sólo desalentamos la compra de productos de alto impacto sonoro, sino que ni siquiera lo ofrecemos al mercado”.

¿Qué sería innovación tecnológica? «La inclusión de un componente como el perclorato de potasio en lugar del clorato de potasio, que le aporta más seguridad y estabilidad al producto». O la seguridad de que la mercadería no detonará «antes de los 3 segundos» y «si pasan 6 segundos de ser encendida y no detonó, entonces no lo hará». En otro orden, «las mechas están cubiertas de una protección ignífuga que antes no tenían». le explican a este medio.

Por otra parte, habla de «una canasta familiar» de productos pirotécnicos amigables por $6.000 pensando para la noche de Año Nuevo. «Con ese importe se puede pasar una media hora contemplando estrellitas, bengalas, candelas, tortas y chasquibún. ¿Por unidad? La oferta es amplia y va desde los 250 pesos». Hay que tener en cuenta que todos los productos son aprobados por Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), que los testean en hornos adecuados a más de 75 grados durante 48 horas.

«Un mayor control»

Las campañas como «Pirotecnia cero», que buscan generar conciencia sobre las personas con hipersensibilidad auditiva y también sobre cómo los estruendos afectan a las mascotas, son otros factores que explican el bajo número de heridos

Según Analía Aloisio, jefa de guardia del hospital de Quemados, «esto se debe a una caída en la venta de pirotecnia que viene siendo constante desde hace varios años».

Además, señaló que «hace 30 años nosotros atendíamos en la guardia para estas fechas unas 400 personas, pero desde hace varios años se redujeron a unos pocos casos».

En esta misma línea, la especialista oftalmológica resaltó que una de las causas de este descenso en la cantidad de casos se debe a «un mayor control en la venta de fuego artificiales por parte de las autoridades gubernamentales».

En el Hospital Oftalmológico Santa Lucía ingresaron cinco personas, de las cuales dos debieron ser intervenidos quirúrgicamente con lesiones severas, el otro tiene heridas leves y los otros son son menores de edad con lesiones leves.

«Hay un descenso total en la cantidad de casos. Considero que ahora la gente toma mayor conciencia en el uso de pirotecnia. Además, ya no se observa tanto consumo de estos productos como en años anteriores», analizó Pellegrino.

En el Hospital Pedro Lagleyze se reportaron dos heridos, menores de edad, por lesiones severas en sus ojos provocadas por el uso de pirotecnia. «Las personas que ingresaron al hospital tuvieron lesiones severas, pero ninguno requiere una cirugía de urgencia», afirmó Fernando Magdalena, jefe de guardia del hospital Lagleyze.

En comparación a la Navidad del 2021, se produjo un descenso del 48% en comparación a los 17 heridos que ingresaron a los nosocomios porteños por lesiones provocadas por pirotecnia, descorches y agresiones, mientras que en 2020 fueron atendidas un total de 18 personas.

MG

Fuente: Clarín.com