El Gobierno no definió todavía si habrá menos restricciones en los vuelos cuando venza el DNU de este viernes

Todo está por definirse. Dos días antes del vencimiento del último decreto de necesidad y urgencia que estableció restricciones con respecto a la pandemia y también de la decisión administrativa 683/2021 que impuso un cupo para los argentinos que pueden regresar por vía aérea al país, el Gobierno no decidió si las mantendrá o si flexibilizará las medidas. La amenaza de que la variante Delta empiece a circular en el país es el eje de las discusiones y lo que dilata la determinación final. Hay dos posturas y será clave la posición del Ministerio de Salud.

Mientras el presidente Alberto Fernández aguarda aislado en Olivos al menos hasta mañana cuando volverán a hisoparlo tras su viaje a Perú, un actor principal en esta historia pasó a ser el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. “Logramos que la variante Delta, que es una variante que tiene alta contagiosidad, se demore en la llegada a la Argentina. Y ese tiempo nosotros lo utilizamos para vacunar a los argentinos y argentinas. Me parece que estamos en el camino correcto, se habló mucho de esto pero nosotros no nos detuvimos”, dijo en Radio 10, a tono con el discurso que maneja la mayoría de los que recorren los pasillos y ocupan los principales despachos de la Casa Rosada.

“Hay que tener paciencia, porque la realidad es que la Delta está ahí afuera y tenemos que seguir fortaleciendo el sistema de vacunación”, insistió Cafiero. Ya la ministra de Salud, Carla Vizzotti, repitió que agosto será el mes de las segundas dosis. Con el esquema completo de gran parte de la población el impacto de la pandemia y una posible tercera ola se atenuará, sostienen desde todas las áreas del Gobierno.

Más allá de que tras las vacaciones de invierno algunas restricciones referentes a la pandemia ya se flexibilizaron, como en las escuelas de la mayoría del país donde se regresó a la presencialidad “cuidada”, las dudas principales se mantienen sobre el control de las fronteras. Con los ingresos terrestres cerrados desde el 25 de diciembre, desde Migraciones se impulsó la reducción de vuelos y una cantidad fija por semana de las personas que podían ingresar a la Argentina.

Ese cupo empezó siendo de 600 pasajeros diarios y ahora desde Ezeiza pueden ingresar esta semana 7.000 viajeros, a un promedio de 1.000 diarios. Desde algunos sectores del Gobierno que buscan reducir problemas con las aerolíneas y calmar los reclamos de la gente que no puede regresar desde el exterior creen que es posible que esa limitación se pueda ir eliminando lentamente, al menos para acercarse al máximo de 2.000 pasajeros que regía con anterioridad. Pero, mientras tanto, desde Salud piden mayor cautela. Argumentan que en este momento no se pueden permitir “una relajación”.

En el sector aéreo, según lo dejaron trascender en los últimos días JURCA e IATA, las dos entidades que agrupan a la mayoría de las aerolíneas, se le pide al Ejecutivo que haya previsibilidad en la decisión administrativa porque necesitan hacer los requerimientos de vuelos para que la ANAC fije el cronograma de itinerarios.

Ralentizar la propagación de nuevas variantes del coronavirus como la Delta y vacunar con intensidad, son dos de las premisas que se reiteran en Balcarce 50. Tanto desde Migraciones, a través de su titular Florencia Carignano, como desde la cartera de Vizzotti creen que hay que insistir en que los que viajaron cumplan los aislamientos correspondientes y se sometan a las pruebas PCR para no propagar el virus y las nuevas variantes.

Ante el vencimiento del DNU y a la espera de la decisión del Gobierno, desde la oposición reclamaron detalles sobre el “plan de acceso aéreo para argentinos y residentes”. Los diputados de Juntos por el Cambio, encabezados por Karina Banfi, pidieron también que Santiago Cafiero explique cuál será el cupo de pasajeros que se contemplará a partir de esa fecha y cómo se administrará para garantizar que todas las personas varadas en el exterior puedan regresar al país y en qué plazos.

“Ni quienes se encuentran varados en el exterior y que deben regresar al país (cualquiera sea el motivo de su viaje y su necesidad de retorno), ni sus familias ni ningún otro ciudadano sabe cómo seguirá la situación después del 6 de agosto”, reclamaron los legisladores. En ese sentido, Banfi, autora del proyecto, señaló: “La gente en el exterior está desesperada porque faltando dos días no sabe si habrá una prórroga o que harán”.

Fuente: Infobae