La Ciudad prevé una caída de ingresos de $ 120.000 millones en 2022 por la quita de fondos de Nación

Bernardo Vázquez

El año par que comenzó este sábado no tendrá la vorágine electoral del impar que se fue ni del que vendrá después pero sí representará, desde la gestión, un desafío particular para el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires

Sucede que mientras la agenda sanitaria retoma intensidad y el propio jefe de Gobierno comienza a diseñar su estrategia de país de cara al presidencial 2023, administrar los recursos porteños en 2022 resultará aún más complejo que en el año que terminó.

¿El motivo? Desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad esperan que el impacto de la quita de coparticipación que Nación decidió hace 15 meses sea mucho mayor que en los períodos anteriores, al punto que proyectan una pérdida ingresos de $ 120.000 millones en todo el año. Son $ 328 millones por día equivalen al 12,4% de los $ 964.000 millones de presupuesto que planificó la Ciudad para todo este año.

Gabriel Astarloa, Martín Mura y Marcelo D’ Alessandro, en una audiencia ante la Corte Suprema. Foto: Juano Tesone.

La cifra representa más dinero que los descuentos que sufrió en los últimos 15 meses, desde que el 9 de septiembre de 2020 el gobierno Alberto Fernández decidió la poda de recursos por coparticipación a la Ciudad, pasando primero de un 3,5% a 2,32% y posteriormente retrotrayendo ese porcentaje al 1,4% que percibía antes de 2016, en el cierre de la presidencia de Cristina Kirchner y el comienzo del mandato de Mauricio Macri.

El reclamo en la Corte

En esos 112 días de 2020, la Ciudad dejó de recibir $ 15.500 millones y en todo 2021, unos $ 83.500 millones, de acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas que conduce Martín Mura. Esos $ 99.000 millones globales podrían sumarse a los $ 120.000 millones que proyecta perder la Ciudad si la Corte Suprema de Justicia no resuelve antes el reclamo porteño, que fue presentado a finales del año pasado.

Esa deuda que reclama la Ciudad no incluye los $ 28.800 millones -$ 2.400 millones por mes- que recibió de parte de Nación durante 2021 en transferencias por concepto de Seguridad, luego del pase de funciones a la Policía porteña, cerrado a finales de 2020.

Si bien la expectativa en Uspallata es que la sentencia del máximo tribunal salga rápido, en el equipo legal reconocen que un fallo supremo puede seguir dilatándose durante 2022. «El juicio está en pleno trámite y es ordinario, no se trata de un amparo como fue, por ejemplo, la discusión sobre la vuelta a clases, que la Corte resolvió de forma sumarísima», sostienen fuentes porteñas.

En lo que tiene que ver con la discusión por coparticipación, tras una larga serie de audiencias entre Ciudad y Nación que se dieron en 2021, la demanda radicada por el gobierno de Rodríguez Larreta siguió su curso y en los últimos meses el Estado nacional le dio respuesta planteando no sólo un cuestionamiento al reclamo de inconstitucionalidad por la quita de fondos sino argumentando que la Ciudad es la que viene adeudando fondos por coparticipación desde antes que se redujera el monto de recursos que recibe.

A partir de eso, la Ciudad debe presentar una nueva respuesta ante la Corte, que a partir de marzo podría estar en condiciones de analizar el reclamo de fondo, aunque también puede abrirlo a una instancia de prueba pericial que demoraría más una sentencia.

«Ojalá lo sea, pero no hay nada que asegure que 2022 sea un año en el que la Corte decida esta demanda«, respondieron desde la mesa legal del Gobierno porteño. Quien lleva adelante las negociaciones desde lo jurídico es el procurador general Gabriel Astarloa.

El fallo favorable a Santa Fe del último 7 de diciembre, no obstante, renovó las expectativas porteñas de la Ciudad respecto a su propio reclamo. Ese día, la Corte Suprema ordenó a Nación que reintegre a las arcas santafesinas $ 86.000 millones en fondos que venía reclamando por coparticipación desde hace más de una década.

Otro año de «contingencia»

Volviendo al impacto económico que representa la quita de fondos, desde la Ciudad advierten que 2022 será otro año de «contingencia». Eso explica que como pasó en 2021 el presupuesto destinado a obra pública siga siendo acotado y que se dilate lo relativo a la renegociación de contratos.

«Si se pintaban las rejas de las plazas una vez cada tres meses, se hará cada seis», es el resumen con el que se baja a tierra lo que tiene que ver con la estrategia para surfear la poda de fondos. Sin embargo, definen como «insostenible» en el tiempo esa situación, por lo que esperan un fallo cortesano que permita volver a gestionar, desde lo económico, como hasta antes de ese 9 de septiembre de 2020 en el que Nación, sin previo aviso, le sacó recursos en concepto de Seguridad a Ciudad y los destinó a la Provincia de Buenos Aires en pleno reclamo de la policía bonaerense por el aumento de salarios.

Las perspectivas presidenciales de Rodríguez Larreta tampoco deben dejarse de lado. Consciente de ser protagonista de un enfrentamiento directo entre la Ciudad y Nación por coparticipación, la Corte difícilmente se exprese abiertamente en una causa que, como pocas, potencia la grieta. Aunque tampoco se pasa por alto el detalle que al no ser un año electoral, un fallo en 2022, beneficie a quien beneficie, podría generar menos ruido que en 2023.

Fuente: Clarín.com